13.5.11

Sin palabras

Siempre he considerado que la mejor manera de resolver un conflicto es hablando, siempre, sin embargo, existen actos que no ameritan el platicar; hay acciones que no merecen más que la imposición de una pena: cárcel. Porque esos actos no solo menoscaban la esfera jurídica de un individuo sino que no existe una forma por la cual se le reponga del daño, el homicidio por ejemplo, un pago en especie (Dinero) por la persona que ha fallecido no hace que este reviva, incluso la cárcel es una sanción un tanto “pequeña” en comparación con la pérdida del padre, madre, hijo, hija, hermano, hermana, amigo –todo eso conjugado en un solo individuo– pues no existe forma de hacer que la persona regrese a la vida, las leyes solo aminoran el deseo de venganza por parte de las personas subsistentes al acto, pues para eso fueron creadas.

Luego entonces, una persona víctima de un delito dijera sabiamente un catedrático, no quiere que se le pague por la muerte de un familiar, no quiere que esa persona quede encerrado el resto de su vida tras paredes, no, lo que quiere es que no hubiese pasado nada, quiere que su vida y la de aquel volvieran a ser lo que era. Pero parece que mientras mayor sea la pena, las personas que pretenden delinquir no les importa “si me van a agarrar por atropellar a alguien, mejor lo mato porque sale más barato que andar pagando gastos de hospital” desgraciadamente y por muy deshumanizado que suene es la mentalidad de muchos; recientemente escuchaba con el maestro Zamora, que las penas de mayor proporción contravienen al estado democrático en el que vivimos, sin embargo, mi humilde persona considera que no son suficientes, no ahora, no en este tiempo, tal vez si la educación y cultura lo ameritaran lo mejor sería disminuir las penas para así conservar un estado democrático de derecho que a lo mucho en esta época es un sueño.

A todo esto también hay que añadirle el papel que juegan aquellos mal llamados medios de comunicación, porque los que a mí me enseñaron eran medios son: habla, escritura y señas. Por lo que en estos momentos solo diré sistemas de información. Bueno, estos sistemas provocan con sus actividades un daño a las personas, para esto basta recordar la pendejada (por no decir chingadera) que provocaron Televisa y TV azteca al mostrar en cadena nacional –como héroe cabe resaltar- el funeral de un miembro del ejercito abatido tras la muerte de un sicario, en donde la familia con fechas posteriores fueron atacados por grupos armados, y bueno, ahí es donde pienso ¿hasta donde tienen ellos la libertad de “expresarse”? Pues no es por nada, pero hasta el más idiota sabría que cuando prácticamente publicas la dirección de una persona es obvio que gente llegara hasta ellos, pero bueno, eso da pie a lo que el día de hoy me ha molestado, pues en fechas pasadas una chica sufrió un ataque en cierta parte de Puebla, el resultado de este ataque fue que ella quedara completamente descompuesta pidiendo auxilio ya que sus atacantes cual película de terror le dijeron “te damos 5 minutos para que corras, después te alcanzaremos y te vamos a chingar” primero ella busco ayuda con vecinos pero nadie, ni viendo el estado en el que se encontraba persona alguna salió para darle asilo o mínimo para resguardarla y llamar una patrulla, nadie lo hizo, ella como pudo llego donde una pequeña casa de cartón y ahí la señora dueña de la casa tuvo a bien – y humanidad – ayudarla, llamo a la patrulla y a su vez a una ambulancia, pero la ambulancia traía cola, siendo esta cámaras y reporteros de una cadena televisiva, los pendejos se atrevieron a grabarla, ello ha provocado que todas las personas que la rodean la señalen como victima de ese delito, que sus hijos, porque si, ella tiene hijos, sean señalados y rechazados en la escuela.

¿Creen que ella merece más respeto? Si, porque una, ya ha sufrido un trauma demasiado grande con el hecho de ser atacada, dos, con que nadie le haya prestado ayuda, tres, para que encima ahora la señalen y la reconozcan. Eso no es justo, yo también estoy harta de todo el sufrimiento y el dolor que estamos viviendo como nación por el narcotráfico, pero nadie hace nada y los que hacen algo es solo para perjudicar, estoy más que hasta la madre de ver a gente haciendo de salvadores – dígase Sicilia, que como él ha aceptado, tuvo que morirse su hijo para que el emprendiera una lucha contra el gobierno – cuando no se inicia por cosas más al alcance, cuántos de nosotros no vemos a un invidente cruzar una calle y preferir seguir nuestro camino, ver a una señora con bebe en brazos parada en el bus o metro y seguir sentados como si nada, burlarnos de alguien por su aspecto, criticar a los demás, tirar basura en la calle, eso aunque parezca insignificante nos crea una cultura, genera en nuestro subconsciente el ánimo de ayudar y de ser una persona socialmente productiva.

Las leyes no se han creado para romperse, el gobierno no es un completo idiota y si lo es ¿Quién voto para asignarlo? Y si no votaste, si crees en el voto blanco ¿eso no sería igual a no votar? Con que cara pides algo que tú en principio te negaste a otorgar, nuestros derechos están reconocidos solo falta que como individuos aprendamos que tenemos deberes: políticos, familiares y sobre todo como seres humanos.

Basta de creer que por qué no veo las noticias el mundo no gira, hagamos algo por hacer de nuestro hermoso país un lugar donde vivir, donde reír, donde volver a soñar.