L de Lascivo
No podía esperar y estoy seguro que el tampoco ¿Quién podría después de semejante sesión de fotos? Me gustaría ver que alguien después de verlo no sintiera ese escalofrió recorrer su espina dorsal y concentrarse en el centro de su cuerpo, que evitara el ardor en su mejillas y un punzante dolor pidiendo algo de presión.
- Nhn… - Un pequeño cubículo de apenas de un metro cuadrado, con espejos a los lados y puerta de madera – ahh… Yuu – Sus brazos alrededor de mi cuello, su pierna derecha levantada, esos ojos de negros observándome fijamente – Yuu – Susurra a mi oído, mi diestra se mueve sobre su hombría mientras trato de apresurar para el siguiente paso – Ya no somos nada.
- ¡Aoi! – Kai me zarandea.
- Tsk…
- Despierta - ¡Maldición! Pero el tiene la culpa por posar así.
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